Trás una conversación con una muy buena amiga, me siento inspirada hablar hoy del sistema de producción de la comida que tenemos, y la fé ciega que le damos. También me está inspirando mucho el libro que estoy leyendo: "
The Vegetarian Myth", por Lierre Keith. Es un manifiesto personal; un libro rebosando de pasión, dolor y deseos para un mundo más justo y más sostenible.
Durante 20 años, Keith no comía ni carne, ni huevos, ni productos lácteos ni ningún derivativo de animales ni productos animales; seguía una dieta bien estricta por su convicción de que podía sacar todas las vitaminas y minerales escenciales de comida vegetariana, y de que la producción de carne, lácteos, o cualquier producto de orígen animal era inmoral; por causar la muerte de un ser vivo y por su insostenibilidad intrínseca.