Pero, ¿piensas mucho en los que produjeron lo que estás comiendo? ¿Piensas en la trayectoria que hizo tu café para llegar a tu taza, o el plátano que echas al batido? ¿Piensas en los granjeros, los intermediaros, las fábricas, los camiones y los vendedores que están todos vinculados e involucrados en la cadena alimentaria que es menos una cadena y más una selva?
Y, te pregunto, ¿piensas en los inversores que siguen los precios de los cultivos principales, los especuladores que ven oportunidad para ganar en precios altos causados por inundaciones? ¿Piensas en los derechos de propiedad intelectual que tienen todos las empresas agro-químicas y farmaceuticas corriendo para patentar sus semillas? ¿Piensas en la industria agro-alimentaria, reinado por empresas multinacionales como Cargill, Monsanto, y Unilever, que pagan cada día menos a los provedores, y cobran cada día más a los consumidores? ¿Piensas en los efectos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que fuerza la apertura de mercados nacionales al comercio internacional, que muchas veces trae consigo inundaciones de cultivos a precios mucho más bajos que la media nacional? ¿Piensas en el Acuerdo sobre la Agricultura, de la OMC, que prohibe tener auto-suficiencia como estrategía nacional? ¿Piensas en las olas de suicidios durante la última década, de granjeros en la India, los EEUU y Korea incapaces de ganar lo mínimo para vivir a frente precios mundiales tan bajos de sus cultivos, y el creciente control que tiene el escenario internacional sobre sus vidas?
Tus alimentostienen una historia. Son parte de una red tan grande, complicada y ancha, que tiene más esquinas oscuras que la mayoría de nosotros quiere saber. Ya toca despertarnos, y preguntar quien tiene el control sobre nuestro sistema alimentario, porque hay cada vez más gente muriendo de hambre cuando producimos mucho más que lo necesario mundialmente. Ya toca preguntar a los que invierten en alimentos básicos en los mercados futuros si no ven los efectos de sus apuestas en las alzas mundiales de hambre, de pobreza alimentaria, y de desigualdad entre granjeros familiares y fábricas industriales.
Toca preguntar más que el simple "¿Qué estás comiendo?", y toca ya.
Si quieres saber más:
http://www.tradeobservatory.org/library.cfm?RefID=37655
Foodis Different, Peter Rosset
Esta entrada forma parte del Coctel Mumumío semanal.
...yo me lo he preguntado, y las respuestas me han dado miedo...
ResponderEliminarMonsanto = anti-cristo
Todo esto enlazado con las empresas de comunicación cuyos grandes accionistas son, a la par, accionistas en otras empresas ( de alimentación, petrolera, etc.)que, por supuesto, nunca dirán nada que pueda perjudicar los beneficios de ninguna de las corporaciones de las que forman parte . Es un círculo vicioso en el que se comenten grandes irregularidades. La sociedad lo permite con ojos abiertos ( sólo hay que mirar a Italia para encontrar el ejemplo mas obvio: cómo puede ser el presidente de un país el mismo que controla la comunicación? eso huele demasiado a la época de los totalitarismos) . ¿qué podemos hacer para cambiarlo? Incluso los que manejan el cotarro en las ONG se reparten el pastel. Aquí están todos comprados. La única solución viable que se me ocurre es: irse a vivir a Australia o cualquier lugar que no esté superpoblado, formar microsociedades formadas por gente comprometida con unos valores determinados y .. hacer de grupos de presión a la vez que ofrecemos alternativas viables.
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